La
capacitación ha venido a revolucionar la forma de laborar y potencializar el
recurso humano con el que cuenta la empresa, se menciona mucho sus
antecedentes, surgimiento y desenvolvimiento a beneficio de la empresa o “x” organismo.
La capacitación se sustenta en un marco legal, el cual nos revela que todo
aquel que desee ser instructor o capacitador debe estar registrado y
certificado, debe ser una persona calificada y preparada. Hay organismos que
regulan estos procesos como: La Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la
Ley del Trabajo, la misma Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
en el art. 5 de la misma.
Asimismo
existen empresas que brindan este servicio de capacitación, así como programas
públicos que apoyan a las personas desempleadas subempleadas con la finalidad
de brindarles mejores herramientas en cuanto al campo laboral. A estas personas
se les extienden constancias que validan su participación en cursos de
capacitación. La empresa está obligada a capacitar o adiestrar a su personal ya
sea de nuevo ingreso o de permanencia, la función es de actualizar los
conocimientos que sus trabajadores poseen. Hay mucho por delante, es un campo
laboral muy extenso el cual debe aprovecharse ya sea para el pedagogo u otras
ciencias a fines de la educación.
La
capacitación es un proceso de formación permanente y a su vez se ve involucrada
el aprendizaje, no tengo duda, pero si cuestiono el hecho de que no todas las
empresas u organismos se basen en el marco legal de la capacitación ya que este
implica una fuerte inversión en su trabajador, las reglas son buenas,
desgraciadamente no todas se cumplen y no se le hacen saber al trabajador.
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